Una mujer conocida como "Mrs. Brown", en 1933, intentando embellecer su apariencia antes de ir a una fiesta en Dayton , Ohio, fue entusiasmada en una tienda de belleza para usar una tintura que realzaría sus pestañas. Lash Lure era el nombre del producto. A la mañana siguiente, no podía abrir los ojos, que estaban totalmente infectados, con úlceras y escaras, y en 3 meses quedó ciega. En 1934, otra mujer, de 52 años, en Tampa, Florida, fue atendida por su hija, una cosmetóloga, que le aplicó Lash Lure en sus pestañas y cejas, y sus ojos comenzaron a inflamarse de inmediato. Al día siguiente tuvo una fiebre de 47º C. Ocho días más tarde la piel alrededor de sus ojos estaba cubierta de úlceras y exudaciones purulentas. El saco conjuntival de su ojo exudaba un líquido amarillo. El lado derecho de su cuello mostraba un gran inflamación. Tres horas después de ser hospitalizada, murió. Los análisis concluyeron que la causa fue septicemia (infección en la sangre) por Staphylococcus Aureus causada por la tintura de pestañas.
Lash Lure se fabricaba con un agente colorante, una anilina, que era usada para teñir cueros; una sustancia muy tóxica, con un compuesto, paraphenylenediamina, que podía causar irritación, ulceración y muerte. El producto contenía 30 veces más cantidad de ese compuesto que lo que era aceptable para la piel humana.
Luego de estos incidentes, y otros daños sufridos por otras víctimas, la tintura de pestañas fue prohibida en varios estados. La industria cosmética sufrió una crisis importante, con reducción de ventas y varias quiebras. Finalmente, en 1938, el Food, Drug and Cosmetic Act se convirtió en ley. La regulación de la publicidad fue dejada en manos de la Federal Trade Commission, y el etiquetado de productos y otros stándares fueron controlados por la FDA.
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1933: EL GRAN ESCÁNDALO: LA MÁSCARA ASESINA DE LASH LURE
La publicidad de Lash Lure Eye Lash y Brow Dye decía, en 1933, que su "nueva y mejorada máscara le daría una nueva y radiante personalidad, con un antes y un después"... Esto fue cierto: el "antes" fue la apariencia normal, y el "después" fue una película de terror, un desastre cosmético, con globos oculares derretidos, carne alrededor con múltiples heridas, gente enceguecida y con úlceras infectadas, y una mujer muerta en el hospital con septicemia (envenenamiento sanguíneo).
Nadie pensó que un cosmético aparentemente inocente, anunciado en revistas y generosamente ofrecido en los salones de belleza, pudiera causar una catástrofe social tan grande.